De las veces que he vuelto a jugar después de una para obligatoria, jamás me había sentido tan extraño y ajeno al ultimate... los frisbees volaban en la cancha y los sentía lejanos a mi ser. Fue una sensación rara, pero al mismo tiempo me antojaba más por jugar un partido de verdad.
Después de reencontrarme con las Patatas, todo volvió a ser familiar, el mundo del ultimate frisbee retornaba a mí. Eso sí, confieso que la cancha para mí era un vasto terreno verde dispuesto a explorar pues no probaba mis piernas a buen nivel desde hace un buen tiempo. Me sentía como un grillo queriendo dar sus primeros brincos sobre la grama, anonadado, excitado y embelesado. Seguro de que se sabe saltar y jugar, pero expectante del resultado final.
Hacía 10 meses no jugaba un torneo oficial y no entrenaba en serio hace 5. Me había alejado del frisbee por muchas razones pero sabía que volvería. Algo no había cambiado. Mi único deseo. Ganar.
La última vez que estuve en Alcobendas, había salido campeón y quería repetir. Escenario totalmente opuesto el de aquella época, en esos días llevaba entrenando 5 meses para Paganello y podía decir que estaba en el punto ideal de competencia. Además aquél equipo jugamos hace un buen tiempo juntos y nos conocíamos. El de hace 3 días, era nuestra primera vez jugando juntos como equipo.
Aunque por dentro sabía de mis limitaciones, mi cabeza nunca me da dejar pensar en perder.
Dudaba mucho de mis piernas y al no conocer los otros equipos me creaban más nubes mentales. Siempre quiero hacer las cosas lo mejor posible, dar lo mejor de mí y por primera vez no me sentía cómodo.
Muchos pensamientos pero había llegado la hora de jugar...
El primer spring que me tocó dar dejó ver la realidad, me faltaba mucho físico y lo peor, debía estar dentro de la cancha para ayudar al equipo. Lo malo, sólo podía jugar un punto y descansar. Está claro que las aptitudes nunca se irán de uno por más descansos se tomen, pero también está claro que no se puede responder igual cuando los contrincantes están en ritmo de competición.
Está claro, de hoy en adelante empiezo el entreno... paso de sentirme así una vez más. A sudar y dar lo mejor para rockear de nuevo... ahh entrenar y ahí nos vemos
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