10 años de Ultimate Frisbee!



Me parece justo y necesario el reconocimiento del Ultimate en nuestra universidad. Somos muchos los involucrados en este gran éxito y valorar la labor de un grupo de trabajo exitoso es realmente satisfactorio. Son 10 años de trabajo, dedicación y sobre todo mucho compañerismo. La sinergia desde un principio ayudo a estar enfocados al perfeccionamiento, liderazgo y buscando siempre un objetivo común. Pienso que el éxito se ha debido al buen manejo que se le ha dado al deporte por parte de los líderes con los que ha contado el equipo, por mantener un lineamiento educativo que conllevó y conlleva a alcanzar buenos resultados.

Yo conocí el Ultimate Frisbee en la Sabana los primeros días de febrero de 1999. En esa época eran obligatorias las complementarias deportivas, algo que debería volver a suceder pues el deporte fortalece valores, educa y sobre todo, forma. El hecho de conocernos a nosotros mismos y saber nuestros límites, complementa nuestro autoconocimiento y así mismo nos hace mejores profesionales.

El primer grupo de Ultimate fue muy variado, éramos aproximadamente 25 personas en mi clase, entre hombres y mujeres. Algunos deportistas, otros no, pero igual estoy seguro que todos nos divertíamos. Belisario fue el entrenador de ese año, el grupo se fue depurando y al final conformamos el primer equipo de la universidad Belisario, Nicolás Osorio, Camilo Restrepo, Ismael Triviño, Carlos Vega, etc). Lo más cómico de ese entonces era completar el equipo para un torneo, fijos éramos 5 o 6, entonces el otro cupo casi siempre lo llenaba un amigo deportista que nos ayudaba sin saber lanzar un disco y mucho menos ubicarse en la cancha. Es el caso de Andrés Alzate en Medellín y muchos otros que no recuerdo en este momento.

Ese mismo año organizamos el primer Torneo de Cuartetos realizado en Colombia, donde participaron clubes que aún existen como Mamoots, Disco Stu y poco más. Allí ganamos con Pola Club, equipo conformado por Camilo Restrepo, Ismael Triviño, Pedro Latiff, Luis Pulido y Carlos Vega (Todos estudiantes de la Sabana).

Así fueron pasando los años, y empezó a llegar más gente al equipo, cambiamos de entrenador y conformamos clubes. El entrenamiento en la universidad siempre fue un complemento a nuestros equipos externos y obviamente a nuestras responsabilidades académicas. Por fuera cada uno defendía los colores de su club, pero teniendo siempre claro, la Universidad de la Sabana sería siempre nuestro primer objetivo.

Tuvimos años de aprendizaje cómo hasta el 2004. La mayoría de los jugadores de la universidad conformamos un club de alto rendimiento llamado “Armadillo”, un sueño que duró muy poco por bien del ultimate colombiano. Ganamos todo lo que jugamos y aunque fue nuestro sueño inicial, tocó tomar la decisión de dividir el club. Cada uno partió a un club pero siempre con la responsabilidad de defender los colores de la universidad cuando tocara.

Año tras año, se fueron conformando nuevos clubes en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. Al misto tiempo la universidad seguía contando con un equipo sólido y altamente competitivo. A partir del 2005 el Ultimate dio un giro increíble. Tras 6 años de trabajo la gente en la universidad empezaba a ver el deporte como algo más serio, fue cada vez más gente a entrenar y en el país el número de jugadores incrementó enormemente. El nivel de juego fue aumentando pues a diferencia de nuestra generación, los ahora novatos omitían nuestros errores comprensivo por la evolución de los profesores, claro ahora había profesores, en nuestra época, eso no existía. Los que enseñábamos aprendimos del error y ahora la teoría estaba más depurada.



Durante estos 10 años he jugado en dos clubes colombianos (Armadillo y Euforia), dos españoles y uno americano. He ganado muchos torneos y aunque en un principio era lo que más me interesaba, ahora con los años he aprendido a valorar otro tipo de cosas. Gracias a este deporte he podido transmitir mi forma de ver la vida, he logrado esparcir el deporte en Colombia y me ha dejado muchos amigos en el camino.

Agradezco a todos los que en su día oyeron mis consejos, soportaron mis clases, pero sobre todos los que entendieron mi mensaje. "Para ser grande hay que entregarlo todo". Gracias a la Universidad de la Sabana por su formación. A mis alumnos de las fundaciones quienes a través del Ultimate aprendieron cultura de Paz y a mis contrincantes por exprimirme al máximo.
En especial a los que me acompañaron en mi camino universitario (Belisario, Cami, Kike, Felo, Nico, Tony, Hans, Pedro, Tatiana, Ochoa, Arias y todos aquellos que me quedan por el camino)

Aún quedan muchos más años de aprendizaje y de juego, pero hasta ahora me puedo sentir satisfecho por los resultados conseguidos. Gracias y hasta pronto.

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